Montserrat Nord

Yacía un pueblecito bajo las faldas de Montserat. Como si de un bajel pirata se tratara partíamos desde Monistrol con rumbo para mi desconocido pero con un objetivo claro, conquistar la más alta cima de la emblemática montaña. Sant Jeroni se alzaba a 1100 metros sobre 400 rostros concentrados , todos ellos tatuados con el número de la derrota a excepción de dos, la del aventajado y la mia. Me identificaba como pirata en una de la más insignes competiciones de alta montaña, sin parche en el ojo pero con una dismetria en la cadera que hacía temer al más cojo de los piratas. Ya con el navío en marcha y viendo todos aquellos bribones en la proa del barco me situo en la popa junto a un sinfin de desaventajados, los cuales no abandonaría ni en la peor de las batallas que se ciernen sobre los angostos, árduos y empinados caminos de Montserrat. A 1250 metros de altitud y con un sosiego impropio del digno competidor observo el mundo a mis pies; Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente... no sé, pero en mi frente un abejorro a punto de aguijonarme!! "Come on", ahora ya todo es viento a favor. Sinembaro una tormenta se atisva en el horizonte; cuadriceps cargados, contractura muscular y las ingles y el vientre a punto de reventar. Ay pobre de mi, que si en verdad con una pata de palo andara por la vida menos azotes me llevaría debidos a mi dismetría.
I "vet aquí un gat, vet aquí un gos, aquest conte de pirates, cimes i dismetries ja s'ha fos"