Estamos enfrascados en el amor y sinembargo vivimos a traves del odio, camuflado de recursos morales...


jueves, 22 de diciembre de 2011

Aplicaciones del "Mito de la caverna"

“Las enfermedades psicosomáticas son trastornos o alteraciones orgánicas que tienen una relación directa con factores de orden psicológico”

(http://lp77.wordpress.com/2009/03/25/eres-psicosomatico-lee-esto/)

Lo cierto es que la definición parece clara, sin embargo el concepto se escapa debido al desconocimiento que tenemos, por lo general, de la relación cuerpo/mente. Yo me atrevería a decir que parte de este desconocimiento se lo debemos al autoengaño al que nos sometemos sistemáticamente por no querer afrontar los acontecimientos.

A menudo frases como estas nos dejan incluso más desorientados en relación al tema. Es tal la sutileza de a lo que me refiero y tan obvio que pasa desapercibido pero de tal trascendencia que me gustaría que prestaran atención a lo siguiente.

¿Qué saben del vientre? A nivel orgánico no dudo que sepan la función que desempeña. Pero hay más, sean conscientes del uso extensivo que le damos. Si me agacho, me giro, si hago un ademán, en casi cualquier movimiento el vientre no solo me acompaña sino que me ayuda o al menos lo intenta. Suponga ahora que en uno de estos movimientos descubro la añoranza o bien la confianza, o quizá al amor, la furia, el deseo o la desazón. Y resulta que el cuerpo es tan inteligente, en particular el vientre así lo es, que asocia dicho estado anímico al movimiento. Los sentimientos tienen la capacidad de alterar la funcionalidad orgánica y por ende el vientre. La musculatura interna del vientre, en particular el diafragma, nos permite una respiración profunda y acompasada con el movimiento. Además ésta se encarga de mantener nuestro eje vertebral alineado de forma que el peso de nuestro cuerpo se distribuya correctamente. A no ser que hayan sufrido un traumatismo, si tienen problemas de espalda éste se debe a la musculatura del vientre. Si se les carga determinados grupos musculares con suma facilidad es que el equilibrio de las fuerzas que se ejercen sobre el cuerpo se ha roto, ustedes al igual que muchas otras personas dejaron de utilizar el vientre de forma correcta.

Lamentablemente, y a pesar de que todo esto resulte sumamente fácil de entender, la medicina clásica está a años luz de entender la trascendencia de lo comentado y trabajar para ello. Además me resulta difícil de entender la escasez de humildad en muchos ámbitos, en particular de la salud y el bienestar. Cada una de las medicinas; la clásica, la Homeopatía, Naturopatía, Osteopatía, Acupuntura, etc, aportan conocimiento y prácticas muy interesantes, para algunos casos eficaces. El recelo entre las medicinas alternativas y la clásica impide que avancemos en el conocimiento. Más allá de esta falta de flexibilidad, los debates sobre la política de recortes en sanidad nos deja un vacío mental que nos impide guardar los aspectos realmente importantes para nuestro bienestar. Desde la medicina clásica hasta disciplinas tan harmónicas y en consonancia en relación al cuerpo y la mente como es el Yoga hay un mar de conocimientos, cada uno de ellos entrelazados por sutilezas que muy pocos alcanzan a ver.

Julio Verne fue un visionario, no solo un escritor de novelas ciencia ficción. Espero que surja un talento así en medicina y cambie radicalmente las ideas tan equívocas que nos golpean una tras otra con desesperación cuando la salud no nos acompaña.

A los 17 años empecé a tener dolencias de espalda, migrañas, problemas musculares... En la medicina tradicional pasé por un neurólogo y 3 traumatólogos, a cual peor. Ni siquiera su propia medicina les dejaba utilizar la razón. A ello le siguieron un homeópata-naturópata, 3 podólogos, un osteópata y 13 años en la oscuridad.

Hace un mes me explicaron el mito de la caverna de una manera tan accesible que supe cómo debería salir de ella.