La amenaza

La amenaza siempre está al acecho. Puede que ahora no se presente, pero te persigue en el pensamiento ya que nunca vive en el presente. Ella no es real y solo se manifiesta cuando tu no estás. Así pues estate alerta para cuando entre por la puerta de atrás. Para entonces, mírala y déjala pues ahí poco durará. Unas veces se manifiesta en forma de deseo, otras veces se personaliza como un loco aterrador, sus vestiduras son variadas. En todas ellas siempre es el miedo el que no nos permite acabar con ella, solo mírala y déjala, ahí poco durará.